Las tiendas de barrio en Japón tenían un problema. Eran mucho más pequeñas que aquellas en USA y por lo tanto no tenían mucho espacio de almacenamiento. Las sandías son grandes y redondas, y por lo tanto ocupan mucho espacio y son difíciles de almacenar. La mayoría de los proveedores de sandías le decían a las tiendas que simplemente las sandías son redondas, y que no había nada qué hacer al respecto (algo que seguramente la gran mayoría de las personas respondería también).
Pero los agricultores japoneses pensaron diferente. Si las tiendas y supermercados quieren sandías cuadradas, ¿qué podemos hacer para proveerlos? y poco tiempo después ellos crearon las sandías cuadradas. Y llegar a esa solución, no era realmente difícil. Lo primero era asumir que no era imposible y luego preguntarse cómo puede lograrse. Ellos debían colocar las sandías en crecimiento en cajas cuadradas de plástico, y así la sandía crecería tomando la forma de la caja que los contiene.
Esto dejó felices a las tiendas y supermercados porque se volvían más fáciles de transportar y almacenar (a menor espacio ocupado, menor costo de almacenamiento). Y a los consumidores finales también les encantó la idea, porque ocupaban menos espacio en los refrigeradores y eran novedosos, lo que le permitió también a las tiendas y supermercados cobrar un precio extra por estas sandías (a mayor valor agregado, menor sensibilidad al precio).
¿Y qué tiene todo esto que ver con otras cosas diferentes a las sandías cuadradas? Hay varios mensajes que podemos rescatar de esta historia:
No asumamos nada: El mayor problema es que siempre vemos sandías redondas y asumimos que las sandías cuadradas son imposibles de lograr. Muchas de las cosas que hemos estado haciendo por mucho tiempo han tomado la forma de sandías redondas y no nos atrevemos a considerar si hay una mejor forma de hacerlas. Dejar de asumir las cosas de antemano mejorará enormemente nuestras vidas, ya que constantemente estaremos buscando nuevas y mejores formas de hacer las cosas.
Cuestionemos nuestros hábitos: La mejor forma de dejar de asumir es cuestionar nuestros hábitos y tomarnos el tiempo de formar nuevos hábitos, si preguntamos a otros como lo harían podremos encontrar opciones y mejorar. Cuestionando nuestros hábitos, reconstruyéndolos lograremos mejorar nuestras vidas.
Vamos en busca de la creatividad: Pensar diferente nos ayudará. A quienes inicialmente les preguntaron por las sandías, pensaron en la forma de alterar genéticamente las sandías, algo que habría sido mucho más difícil; pero otros miraron el problema desde una perspectiva alternativa y la solución era bastante simple. Todos tenemos el don de la creatividad una perspectiva diferente las hace distintas. La creatividad es una habilidad que podemos aprender y desarrollar.
Busquemos una mejor forma: Aceptar que siempre es posible ser mejores si pensamos diferente, si damos espacio a otras opiniones.
Las cosas imposibles, normalmente no lo son: Si comenzamos pensando que algo es imposible, ya los es. Los japoneses dicen que, si usted tiene un problema y el problema no tiene solución, de que se preocupa, usted no tiene un problema y si usted tiene un problema y no tiene solución de que se preocupa, tampoco tiene un problema, preocuparse no soluciona nada, pero podemos ocuparnos pensando que cambiar siempre es posible..
Este material fue recibido por internet y lo modifiqué en su texto para presentarlo a ustedes,
Namasté
Gabriel Orozco Gutiérrez
Santo Domingo, R.D., Diciembre 15 de 2010
